“No a Miami” El Real Madrid planta cara a la federación
La decisión del club blanco, basada en la defensa de la integridad de la competición, se interpone en los planes de la RFEF.
El Real Madrid ha dicho “no” a jugar la Supercopa de España en Miami. Esta decisión supone un desafío directo a los planes de la Real Federación Española de Fútbol, que parece que ya tenía un acuerdo avanzado. Este conflicto no es un mero desacuerdo logístico, sino un duelo sobre la visión y los valores que deberían regir a las competiciones femeninas en España.
El plan de la Federación es llevar la Supercopa Femenina de España a Miami. El acuerdo, según las filtraciones, cubría los costes de la organización y el viaje (cerca de dos millones de euros). El plan es, al menos en apariencia y económicamente hablando, bastante atractivo. Sin embargo, el Real Madrid ha tomado una decisión firme: ha anunciado mediante un comunicado para la RFEF que rechaza hacer semejante viaje. La Federación ha respondido mostrando, como no, su “sorpresa” e “indignación”. Ahora deben buscar un plan B con urgencia, esta vez dentro de España.
Esta decisión está conectada con el comunicado oficial del club en agosto de 2025 (esta vez referido a la liga masculina, posicionándose en contra de que se juegue el Villarreal-Barcelona también en Miami). El club declaró por aquel entonces que esa jugada de la RFEF “rompe la igualdad entre contendientes”, “compromete la legitimidad de los resultados” y “asienta un precedente inaceptable". Estas mismas citas podrían aplicarse también al equipo femenino. Para el Real Madrid, las competiciones domésticas deben jugarse en casa, garantizando las mismas condiciones para todos los equipos y respetando a los aficionados locales. Así, la directiva está tratando de establecer una línea roja, posicionándose como un guardián de la pureza competitiva frente a la comercialización global.
Actualmente la decisión está en el aire. El Atlético de Madrid y el Athletic comparten la opinión de la RFEF, mientras que el Barcelona no se decantó por ningún lado a la espera de conocer más datos. Estas disconformidades acrecentan la brecha entre la Federación y uno de sus clubes más potentes y con mayor proyección mediática.
El “no” del Real Madrid no es un capricho, sino una declaración de principios coherente con su política institucional. El equipo femenino, a pesar de su corta historia, está demostrando que no es un actor secundario y que el club aplica la misma filosofía a sus dos secciones principales. ¿Hasta cuándo tendremos que seguir defendiendo la esencia de este deporte y la integridad de nuestras jugadoras?
Por Irene Díaz (@Xena_fanrmadrid en X)
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