Radiografía de un inicio de Liga decepcionante
Un punto de seis, fragilidad defensiva y un proyecto en plena reconstrucción. Analizamos las claves del complicado arranque del equipo de Pau Quesada.
Un agónico empate rescatado en el descuento y una derrota dolorosa en el Derbi. Nuestro equipo femenino ha cambiado de técnico y tiene jugadoras nuevas, pero el inicio de la Liga F 2025/2026 ha sembrado un mar de dudas, cosechando solo un punto de los seis posibles y mostrando una imagen alejada de la que nos tenían acostumbrados. El 2-2 contra el DUX Logroño y el 2-1 contra el Atlético de Madrid sólo han servido para agitar a muchos aficionados, que tienen que ver a su equipo en la zona media de la tabla.
Los dos primeros encuentros han sido la crónica de un inicio titubeante. Frente al Logroño el equipo empezó adelantándose gracias a un gol de María Méndez, pero se vio superado por el empuje local. El rival inició la remontada, culminada por un desafortunado gol en propia puerta de la portera Merle Frohms. El Real Madrid dominó la posesión (81%) y remató más (16 veces, seis a puerta), pero su falta de contundencia y los errores defensivos le costaron caro. Por suerte, un gol salvador de Signe Bruun de cabeza en el tiempo añadido (minuto 92) evitó la derrota, pero no ocultó el mal rendimiento. La sensación fue de haber perdido dos puntos.
Frente al Atlético la cosa fue peor. El Real Madrid se vio superado en la primera mitad por la presión alta y la velocidad del equipo rival. Los goles de las brasileñas Lauren Leal y Luany reflejaron esa superioridad en el marcador. El encuentro se complicó aún más con la expulsión por doble amarilla de Signe Bruun a la hora de partido, dejando al equipo en inferioridad numérica. La recién incorporada Sara Däbritz marcó un golazo para recortar distancias, pero el equipo no tuvo capacidad para lograr el empate. La derrota ante un rival directo trajo consigo una profunda incertidumbre.
Es difícil analizar las causas concretas de este mal arranque liguero. La primera clave podría residir en el nuevo capitán de barco. Pau Quesada vino para sustituir a Alberto Toril. En sus declaraciones de pretemporada hablaba de “generar una identidad muy clara” y de “un equipo muy dinámico y agresivo”. Esa visión contrasta fuertemente con lo visto en el campo: un equipo que, por momentos, parece tácticamente indeciso y con dificultades para asimilar los nuevos conceptos. Es probable que las altas y bajas de la plantilla puedan formar parte del problema. Este verano hemos presenciado la salida de algunas jugadoras clave. El foco principal podría ser Olga Carmona, no solo por su calidad futbolística sino por su rol como líder e icono del equipo. Otras bajas importantes como la retirada de la experimentada Leupolz o la marcha de jugadoras de ataque como Møller o Carla Camacho también podrían estar relacionadas. Han venido nuevas jugadoras, pero parece que no terminan de adaptarse.
También podemos culpar a un evento acontecido este verano: la Eurocopa. Muchas de nuestras jugadoras han participado en la competición y han llegado bastante lejos en su mayoría. Algunas han venido tocadas, como Bruun, Toletti o Bennison; y todas estaban cansadas y apenas habían entrenado. La fragilidad defensiva ha sido un punto débil en estos dos primeros partidos, habiendo encajado cuatro goles (uno en propia puerta) en apenas dos partidos, pero tampoco hemos sido contundentes ofensivamente. ¿Poca comprensión de la nueva táctica del equipo?
El técnico Pau Quesada insistió durante la pretemporada en que el equipo necesitaba un “proceso progresivo de adaptación”. Este inicio demuestra que dicho proceso está siendo más complicado de lo esperado, especialmente en el apartado competitivo. Los números no mienten: en el Derbi el Real Madrid cometió más faltas (11 vs 9) y tuvo más pérdidas de posesión (123 vs 118) que el Atlético, indicativos de un equipo que fue a remolque. Frente al Logroño, a pesar del 81% de posesión, sólo seis de los 16 remates fueron a puerta, una estadística que refleja un dominio estéril y falta de claridad en los metros finales. La prensa ya habla de “problemas de identidad”, “la falta de una líder clara” o “una preocupante desconexión entre líneas”.
El mal arranque es una mezcla de un calendario exigente, la necesaria adaptación a un nuevo cuerpo técnico y una profunda renovación de plantilla, con entradas y salidas importantes. El equipo no tiene margen de error si no quiere perder su principal objetivo: ganar la ronda clasificatoria para la Champions League frente al Eintracht de Frankfurt. La calidad individual de la plantilla es innegable, pero la gran pregunta es cuánto tiempo necesitará Pau Quesada para transformar ese conjunto de joyas en una poderosa mina.
¿Vosotros tenéis esperanza? Yo sí, porque siempre confiaré en mi equipo.
Por Irene Díaz (@Xena_fanrmadrid en X)
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